lunes, 3 de noviembre de 2014

el costo del conocimiento

"...existe una apreciable minoría que objeta la pornografía o le tiene repulsión no porque la crea sucia, sino porque sabe que puede ser un arma para las personas que sufren aberraciones psíquicas y un medio para envilecer a los moralmente inocentes. Yo también le tengo aversión a la pornografía por estas razones, y me inquietan las consecuencias de su creciente difusión. Pero ¿Qué es lo que está verdaderamente en juego? La preocupación por los usos del conocimiento mismo. En cierto sentido todo conocimiento es peligroso, porque no todas las personas se encuentran en las mismas condiciones como conocedoras reales o potenciales. Quizá la mayoría de las personas no necesitan "una escala de experiencias más vasta" . Puede suceder que sin una preparación psicológica sutil y de gran magnitud, cualquier expansión de la experiencia y la conciencia sea destructiva para la mayoría de los individuos. Entonces deberíamos preguntarnos qué es lo que justifica la confianza temeraria e ilimitada que depositamos en la actual difusión masiva de otros tipos de conocimientos, y qué es lo que justifica la aprobación optimista que dispensamos a la transformación y ampliación de las aptitudes humanas mediante el empleo de máquinas.
El problema no gira en torno a la existencia de la conciencia o del conocimiento, sino en torno a la calidad de la conciencia y del conocimiento. Y esto invita a meditar sobre la calidad o refinamiento del sujeto humano, el más problemático de todos los patrones. No parece errado afirmar que la mayoría de los miembros de esta sociedad que no están activamente locos son, en el mejor de los casos, lunáticos reformados o potenciales. Pero ¿acaso se presume que alguien deberá actuar sobre la base de este dato, o incluso debería convivir auténticamente con él?.   Si tantas personas hacen equilibrios sobre el filo del asesinato, de la deshumanización, de la deformidad sexual y de la desesperación, y si nosotros debiéramos actuar guiándonos por ello, habría que aplicar una censura mucho más drástica que la que imaginaron jamás los indignados enemigos de la pornografía. "

Estilos radicales - Susan Sontag



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.