viernes, 21 de noviembre de 2014

porque no nos conocemos

-Me acuerdo que cuando la corriente se iba en casa de mi abuela, era costumbre que todos tuviéramos que decir alguna cosa- continuó Shoba.
Shukumar apenas podía ver sus ojos, si bien su tono le decía que tenía los ojos entrecerrados, como si trataran de concentrarse en un objeto distante. Era un hábito que tenía.
- ¿Qué tipo de cosa?
-No sé. Unos versos cortos. Un chiste. Un dato cualquiera acerca del mundo. Por alguna razón mis parientes siempre querían que les dijera los nombres de mis amigas en América. No sé porqué les interesaba tanto esa información. La última vez que vi a mi tía, me preguntó por cuatro chicas con quien fui a la escuela en Tucson. Yo apenas si me acordaba de ellas.
..........................................................................................................................................................
 -¿Porqué no lo hacemos- propuso ella de repente.
-¿Hacer qué?
-Decirnos algo en la oscuridad
-¿Cómo qué? No me acuerdo de ningún chiste.
- No, no hablo de chistes -Shoba pensó por un minuto- ¿Por qué no nos decimos algo que nunca nos hayamos dicho antes?
-En la escuela jugábamos a un juego así - recordó Shukumar - Cuando bebíamos más de la cuenta.
-Ya. Te refieres al juego de contar verdades. Pero yo quiero decir otra cosa. Muy bien, empiezo yo. -Shoba bebió un sorbo de vino - La primera vez que estuve a solas en tu apartamento, espié en tu agenda de direcciones, para ver si habías apuntado la mía. Me parece que entonces hacía dos semanas que nos conocíamos.
-¿Dónde estaba yo?
-Al teléfono, en la habitación de al lado. Era tu madre, así que supuse que estarías ocupado un buen rato. Quería saber si mi consideración había ascendido del simple teléfono garrapateado en una margen del periódico.
-¿Y era así?
-No. Pero no me desanimé. Ahora te toca a ti."

Intérprete de emociones - Jhumpa Lahiri



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.