sábado, 31 de agosto de 2013

el paso del tiempo

"Las parejas jóvenes con hijos constituyen un tema interesante: la época de cambio, el momento crítico.  Durante un tiempo, los padres primerizos, seres sexuados por definición, se saben observados, objeto de comentarios, foco de atención, y tras ellos o alrededor corretean los preciosos hijos -"Ay.  que chico más guapo, qué niña más preciosa, ¿cómo te llamas? ¡Qué nombre más bonito!"- , y luego, de repente, o así lo parece, es como si los progenitores, ya no tan jóvenes, se encogieran, perdiesen estatura; en todo caso, pierden color y lustre. "¿Cuántos años dices que tiene él? ¿Y ella?" Los vástagos se espigan y les roban encanto.  Las miradas dejan de seguir a los padres para ir tras ellos. "Qué rápido crecen hoy en día ¿eh?"

Las abuelas - Doris Lessing


sábado, 24 de agosto de 2013

lo que no sabemos

"Recordaba a sus hijos cuando regresaban de la universidad, impacientes con él y su mujer, enamorados de su independencia recién adquirida, siempre deseosos de marcharse.  Eso atormentaba a su esposa y, aunque nunca lo hubiera reconocido, también le había hecho sufrir a él.  En aquellas ocasiones no podía por menos de pensar en los pequeños que habían sido, lo indefensos que estaban en sus brazos, necesitados de él para su supervivencia, sin conocer a nadie más.  Su mujer y él eran su mundo entero.  Pero con el tiempo esa necesidad se disipó, menguó hasta convertirse en algo amorfo, tenue, algo que en ocasiones amenazaba con quebrarse.  Esa pérdida también le estaba reservada a Ruma :  sus hijos se convertirían en desconocidos, la evitarían.  Y puesto que era hija suya quería protegerla de ello, tal como siempre había intentado protegerla de tantas cosas.  Quería resguardarla del deterioro que inevitablemente se daba en el curso del matrimonio, y de la conclusión que a veces temía que fuese cierta:  que toda la empresa de tener una familia, de traer hijos a este mundo, por gratificante que pudiera llegar a ser a veces, era una causa perdida desde el principio.  Pero todo eso no era más que especulaciones de un anciano, un anciano que ahora estaba portándose como un crío."

Tierra desacostumbrada - Jhumpa Lahiri


domingo, 18 de agosto de 2013

pastelero a tus pasteles

"Tengo llamó al amigo que lo sustituía en la academia y le preguntó cómo iban las cosas. El amigo le respondió que todo iba bien.
"-¿Qué tal tu padre?- añadió éste.
- Sigue en coma. Respira y tiene la temperatura y la tensión bajas, aunque estables. Pero está inconsciente. Seguramente no sufre. Es como si se hubiera ido al mundo de los sueños.
-Quizá sea una buena forma de morir. - comentó el otro sin mostrar el menor sentimiento. Lo que había querido decir era : <Quizá mi manera de hablar resulte poco delicada, pero, pensándolo bien, tal vez, en cierto modo, sea una buena forma de morir>. Había omitido el preámbulo. Tras pasar varios años en la facultad de Matemáticas, se había acostumbrado a hablar con elipsis. En él no era algo artificial.
-¿Te has fijado en la luna últimamente?- le preguntó de repente Tengo. Si había alguna persona en el mundo a la que no le hubiera extrañado que le preguntaran de pronto por la luna, era su amigo.
Pensó un poco antes de responder:
-Pues ahora que lo dices, no, no recuerdo haberme fijado en la luna en estos días ¿Qué le pasa?
-Cuando tengas un rato libre échale un  vistazo. Quiero ver qué te parece.
¿Qué me parece? ¿En qué sentido?
-En cualquier sentido. Quiero saber qué piensas al verla. Hubo una breve pausa.
-A lo mejor me resulta difícil explicarte lo que pienso.
-No te preocupes. Lo importante son sus características manifiestas.
-¿Quieres que mire la luna y te diga lo que pienso de sus  características manifiestas?
-Sí- dijo Tengo- Tú mírala. No hace falta que pienses nada.
-Hoy está nublado y no se verá, pero la próxima vez que esté despejado la miraré. Si me acuerdo, claro.
Tengo se lo agradeció y colgó. Si se acordaba. Ése era el problema de los matemáticos. En todo lo que no les concernía directamente, su memoria tenía una vida muy corta"

1Q84 - Haruki Murakami


sábado, 17 de agosto de 2013

octava maravilla del mundo

"-Está bien, Läufer, yo lo contaré -terció Roi para evitar un serio conflicto- Bersteinzimmer es una palabra alemana que significa Salón de Ámbar. ¡Toda una leyenda en la historia del arte! Fue construído por el artista danés Gottfried Wolffram a principios del siglo XVIII , durante el reinado del primer rey de Prusia, Federico I y era utilizado como habitación de fumar en el palacio de Charlottenburg, en Berlín.  Para que os hagáis una idea aproximada, he recuperado mis antiguas notas sobre el tema y puedo deciros que el Salón de Ámbar era un revestimiento de 55 metros cuadrados de placas de ámbar semitransparente del Báltico, en tonos que iban del amarillo al naranja, al que habría que añadir, además, el conjunto de muebles, mosaicos y accesorios labrados en el mismo material precioso. Como veis, es justa la definición de "octava maravilla del mundo" que le acompañó desde su creación."

El salón de ámbar - Matilde Asensi


jueves, 8 de agosto de 2013

¿qué será lo que quiere el pueblo?

"Tras la puerta entreabierta, la señora Péricand adivinaba la presencia de los otros criados; la doncella, Madeleine, llevada por la preocupación, llegó incluso a acercarse al umbral, infracción a las normas que la señora Péricand interpretó como un mal augurio.  Del mismo modo, cuando se produce un naufragio todas las clases sociales se juntan en cubierta.  Pero el pueblo no sabía mantener la calma. ´´Cómo se dejan llevar...¨, pensó la señora Péricand con desaprobación.  Era una de esas burguesas que creen en el pueblo. ´´No son malos, si sabes manejarlos´´, solía decir en el tono indulgente y un tanto apenado con que se habría referido a un animal enjaulado.  Presumía de conservar a sus criados por mucho tiempo.  Si caían enfermos, ella misma se encargaba de cuidarlos.  Cuando Madeleine había tenido anginas, la señora Péricand le había preparado los gargarismos personalmente.  Como el resto del día no tenía tiempo, lo hacía por la noche, a la vuelta del teatro.  Madeleine se despertaba sobresaltada y no mostraba agradecimiento hasta pasado un rato, y además de forma bastante fría, pensaba la señora Péricand.  Así era el pueblo; nunca estaba satisfecho y, cuanto más se desvivía una por él, más voluble e ingrato se mostraba. Pero la señora Péricand no esperaba más recompensa que la del Cielo."

Suite francesa - Iréne Némirovsky


lunes, 5 de agosto de 2013

actos de amor y fe

"Descolgué de mi hombro la bolsa de cuero y la apoyé blandamente sobre una tabla.  Con sumo cuidado deshice los nudos que la cerraban y tiré de los lados hasta dejar al descubierto un hermosísimo ícono ruso del siglo XVIII. Mis manos, que lo habían sujetado y manipulado con fría precisión mientras lo descolgaba del iconostasio de la pequeña iglesia ortodoxa de San Demetrio, lo acariciaron ahora con mimo y ternura como si fuera un delicado gatito recién nacido.  Una Virgen y un Niño de rostros estilizados y hieráticos me contemplaron en silencio desde la distancia de sus más de doscientos años de vida.  El monje que los había pintado lo había hecho respondiendo a uno de los procedimientos que habían permanecido inalterados a lo largo de los siglos:  pintar un ícono no era, ni mucho menos, lo mismo que pintar un cuadro religioso al estilo Zurbarán o Murillo; para un monje ortodoxo, pintar un ícono representaba un momento sagrado de su vida que empezaba con la oración y el ayuno previos a la preparación de las colas y pigmentos.  Por tradición, todos los colores tenían una significación estricta:  el azul representaba la trascendencia, el amarillo y el oro la gloria, y el blanco majestad.  Antes de emplear el blanco, por ejemplo, el monje debía pasar largas horas de rezos y penitencias, igual que antes de empezar a pintar los rostros, las manos y los pies, que eran las zonas más importantes de un ícono, las no cubiertas por vestiduras y que hacían que la imagen fuese realmente sagrada.  De hecho, a partir del siglo IX ( y la imagen que yo tenía delante no era una excepción) , se extendió masivamente en Rusia la costumbre de cubrir con revestimiento de oro o plata, llamado Rizza, la totalidad de la obra a excepción de esas partes del cuerpo, que debían quedar al aire."

El salón de ámbar  - Matilde Asensi

domingo, 4 de agosto de 2013

about awareness



 "For if the fish’s course held true I must see it for many more  hours. "I wonder how the baseball came out in the grand leagues today, he thought. It would be wonderful to do this with a radio."

Then he thought, think of it always. Think of what you are doing. You must do nothing stupid.

Then he said aloud, “I wish I had the boy. To help me and to see this.”


"No one should be alone in their old age, he thought. But it is unavoidable. I must
remember to eat the tuna before he spoils in order to keep strong. Remember, no matter how little you want to, that you must eat him in the morning. Remember," he said to himself.  "

 Ernest Hemingway - The old man and the sea


jueves, 1 de agosto de 2013

todo depende

"- Un minuto siempre dura lo mismo...Dura el tiempo que emplea la aguja del segundero en describir su círculo completo.
-Pero en eso no tarda siempre lo mismo...según nuestra apreciación.  En realidad, insisto: en realidad -repitió Hans Castorp, apretándose la nariz con el dedo con tanta fuerza que se le doblaba la punta-, en realidad se trata de un movimiento, un movimiento en el espacio, ¿no es cierto? ¡Espera! Medimos el tiempo por medio del espacio.  Pero eso es como si quisiésemos medir el espacio en función del tiempo, lo cual no se le ocurre más que a gente desprovista de rigor científico.  De Hamburgo a Davos hay veinte horas en ferrocarril...
Sí,claro, en tren. Pero a pie, ¿cuánto hay? ¿Y en la mente?  ¡Ni siquiera un segundo!

La montaña mágica - Thomas Mann