sábado, 24 de agosto de 2013

lo que no sabemos

"Recordaba a sus hijos cuando regresaban de la universidad, impacientes con él y su mujer, enamorados de su independencia recién adquirida, siempre deseosos de marcharse.  Eso atormentaba a su esposa y, aunque nunca lo hubiera reconocido, también le había hecho sufrir a él.  En aquellas ocasiones no podía por menos de pensar en los pequeños que habían sido, lo indefensos que estaban en sus brazos, necesitados de él para su supervivencia, sin conocer a nadie más.  Su mujer y él eran su mundo entero.  Pero con el tiempo esa necesidad se disipó, menguó hasta convertirse en algo amorfo, tenue, algo que en ocasiones amenazaba con quebrarse.  Esa pérdida también le estaba reservada a Ruma :  sus hijos se convertirían en desconocidos, la evitarían.  Y puesto que era hija suya quería protegerla de ello, tal como siempre había intentado protegerla de tantas cosas.  Quería resguardarla del deterioro que inevitablemente se daba en el curso del matrimonio, y de la conclusión que a veces temía que fuese cierta:  que toda la empresa de tener una familia, de traer hijos a este mundo, por gratificante que pudiera llegar a ser a veces, era una causa perdida desde el principio.  Pero todo eso no era más que especulaciones de un anciano, un anciano que ahora estaba portándose como un crío."

Tierra desacostumbrada - Jhumpa Lahiri


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