viernes, 27 de noviembre de 2015

buscar adentro

Los poetas sostienen que recobramos por
un momento lo que fuimos en otro tiempo al entrar de
nuevo en tal casa, en tal jardín donde vivimos de jóvenes.
Son peregrinaciones muy arriesgadas y tras las cuales
se cosechan tantas decepciones como éxitos.
Los lugares fijos, contemporáneos de años distintos,
más bien debemos buscarlos en nosotros mismos.
Lo desconocido en la vida de los seres humanos
es como lo desconocido en la naturaleza, que cada
descubrimiento científico hace retroceder pero no anula.

En busca del tiempo perdido .- Marcel Proust




viernes, 20 de noviembre de 2015

convicciones odiosas

"Finalmente, nos dirigimos a nuestra casa, situada en un edificio grande de varias plantas, cerca de una plaza donde hay una parada de tranvías. Una vez en casa, mi madrastra se dio cuenta de que no habíamos recogido nuestra ración de pan. Tuve que regresar a la panadería. Esperé fuera hasta que llegó mi turno y luego entré en la tienda. La panadera, una mujer rubia y tetuda, cortaba el pedazo de pan que correspondía a cada ración y luego su marido lo pesaba. No me devolvió el saludo. Era sabido en el barrio que no le caían bien los judíos; por eso también nuestra ración de pan pesaba siempre algo menos de lo que nos correspondía. Según se decía, de esta forma él se quedaba con una parte del pan racionado. De alguna mirada, quizá por su mirada airada y sus movimientos decididos, comprendí las razones de su animadversión hacia los judíos; si hubiera sentido simpatía por ellos, habría tenido la desagradabel sensación de estar engañándolos. Por lo tanto, actuaba por convicción, guiado por la justicia y la verdad que emanan de unos ideales, lo cual era completamente diferente."

Sin destino - Imre Kertész


viernes, 13 de noviembre de 2015

blessed discontent

"Monterrey had changed, and so had Cannery Row and its denizens. As Mack said, "The tum-tum changes, giving place to new. And God tum-tums himself in many ways"
Doc was changing in spite of himself, in spite of the prayers of his friends, in spite of his own knowledge. And why not? Men do change, and change comes like a little wind that ruffles the curtains at dawn, and it comes like the stealthy perfume of wildflowers hidden in the grass. Change may be announced by a small ache, so that you think you´re catching cold. Or  may even take the form of a hunger that peanuts will not satisfy. Isn´t overeating said to be one of the strongest symtomps of discontent? And isn´t discontent the lever of change? "

Sweet Thursday - John Steinbeck


viernes, 6 de noviembre de 2015

la dicha de ser mujer

"Se procedía al entierro del teniente general Sapupirin. Hacia la casa del difunto, donde retumbaba la música y resonaban las voces de mando, acudía corriendo, desde todos lados, un tropel de gente que deseaba contemplar el féretro. En uno de aquellos grupos apresurados se encontraban los funcionarios Probkin y Svistkov. Ambos iban acompañados de sus mujeres.
- No se puede pasar - les dijo, deteniéndoles, un agente de Policía de rostro simpático y bondadoso, cuando llegaron al cordón formado por los guardias-. ¡No se puede! Les ruego señores que retrocedan. ¡Señores....no depende de nosotros! ¡Les ruego que retrocedan! Las señoras sí pueden acercarse. ¡Sírvanse pasar, mesdames!... Pero ustedes. ¡Por amor de Dios!
Las esposas de Probkin y de Svistkov, ruborizándose ante la inesperada amabilidad de la policía, se deslizaron por entre el cordón formado por los guardias, mientras sus maridos quedaban al otro lado de la muralla viviente disponiéndose a contemplar con atención las espaldas de aquellos guardianes del orden de a pie y de a caballo.
-¡Se colaron! -dijo Probkin con envidia y hasta casi con odio, viendo alejarse a las damas- ¡Qué suerte tienen los moños! ¡El género masculino no tiene nunca los privilegios que tiene el femenino!... Y después de todo, ¿qué hay en ellas de particular? A unas mujeres de lo más corrientes, llenas de prejuicios... , se las deja pasar...y a nosotros, que somos consejeros civiles, no se nos deja...
.Qué manera tan particular de razonar- dijo el policía, mirando a Probkin con aire de reproche-, ¡Si a ustedes se les deja pasar, empezarían a empujar a la gente y a armar barullo, mientras que una dama, por su delicadeza, no se permitiría nunca una cosa semejante!
-¡Sobre eso habría mucho que decir!  -se enfadó Probkin- Una dama entre la gente siempre es la primera que empuja!! El hombre está quieto y mira a un sitio nada más, pero la dama ahueca los brazos y reparte empujones para que no le arrugen el vestido. ¡Eso está fuera de duda! ¡El género femenino es siempre afortunado en todo! ¡A las mujeres no se las llevan de reclutas! ¡En los bailes no pagan, y están extentas de castigo corporal! ¿Y por qué méritos?, se pregunta uno...Que la señorita deja caer un pañuelo..., ¡tienes que recogérselo!. Cuando entra has de levantarte y dejarle la silla. Cuando se marcha, deber acompañarla...¡Y si nos ponemos a hablar de categorías!..."

La suerte femenina - Antón Chéjov