lunes, 29 de septiembre de 2014

unconscious revenge

At that moment the boss noticed that a fly had fallen into his broad inkpot, and was trying feebly but desperately to clamber out again. Help! Help! said those struggling legs. But the sides of the inkpot were wet and slippery; it fell back again and began to swim. The boss took up a pen, picked the fly out of the ink, and shook it on to a piece of blotting-paper. For a fraction of a second it lay still on the dark patch that oozed round it. Then the front legs waved, took hold, and, pulling its small, sodden body up, it began the immense task of cleaning the ink from its wings. Over and under, over and under, went a leg along a wing as the stone goes over and under the scythe. Then there was a pause, while the fly, seeming to stand on the tips of its toes, tried to expand first one wing and then the other. It succeeded at last, and, sitting down, it began, like a minute cat, to clean its face. Now one could Imagine that the little front legs rubbed against each other lightly, joyfully. The horrible danger was over; it had escaped; it was ready for life again.

But just then the boss had an idea. He plunged his pen back into the ink, leaned his thick wrist on the blotting-paper, and as the fly tried its wings down came a great heavy blot. What would it make of that! What indeed! The little beggar seemed absolutely cowed, stunned, and afraid to move because of what would happen next. But then, as if painfully, it dragged itself forward. The front legs waved, caught hold, and, more slowly this time, the task began from the beginning.

He's a plucky little devil, thought the boss, and he felt a real admiration for the fly's courage. That was the way to tackle things; that was the right spirit. Never say die; it was only a question of... But the fly had again finished its laborious task, and the boss had just time to refill his pen, to shake fair and square on the new-cleaned body yet another dark drop. What about it this time? A painful moment of suspense followed. But behold, the front legs were again waving; the boss felt a rush of relief. He leaned over the fly and said to it tenderly, "You artful little b..." And he actually had the brilliant notion of breathing on it to help the drying process. All the same, there was something timid and weak about its efforts now, and the boss decided that this time should be the last, as he dipped the pen deep into the inkpot.

It was. The last blot fell on the soaked blotting-paper, and the draggled fly lay in it and did not stir. The back legs were stuck to the body; the front legs were not to be seen. 

'Come on,' said the boss.'Look sharp!' And he stirred it with his pen in vain. Nothing happened or was likely to happen. The fly was dead.

The fly - Katherine Mansfield



viernes, 26 de septiembre de 2014

el otro motivo del impulso sexual

"San Agustín desarrolló su teoría de la sexualidad en uno de sus textos menores pero pese a ello cruciales, De nuptiis et concupiscentia. Su razonamiento es sumamente interesante porque desde el inicio difiere de lo que comúnmente se considera la premisa básica de la noción cristiana de la sexualidad: lejos de ser el pecado el que provocó la Caída del hombre, la sexualidad es, en cambio, el castigo, la penitencia por el pecado. El pecado original está en la arrogancia y el orgullo del hombre; se cometió cuando Adán comió del Árbol del Saber, queriendo elevarse a las alturas divinas y convertirse en amo de toda la creación. Dios castigó en consecuencia al hombre -a Adán- implantando en él un impulso -el sexual- que lo arrastra y que no se puede comparar con otros impulsos (hambre,sed y demás); un impulso que excede su función orgánica (reproducción de la especie humana) y que, precisamente por este carácter no funcional que tiene, no puede ser dominado, domeñado. En otras palabras, de haber permanecido Adán y Eva en el Jardín del Edén hubieran tenido intercambio sexual, pero habrían realizado la cópula de la misma manera que realizaron todos los demás actos instrumentales (arar, sembrar...), Este carácter excesivo, no funcional, constitutivamente perverso de la sexualidad humana, representa el castigo de Dios al orgullo del hombre y a su exigencia de poder.

El sublime objeto de la ideología - Slavoj Zizek







lunes, 22 de septiembre de 2014

lo que incluye y lo que excluye

"Somos los que se abstienen de destruir, y en eso se consumen. Nosotros, agentes encubiertos y distribuidos en las funciones menos descollantes, a veces nos reconocemos. Ante cierto modo de mirar, cierta manera de estrechar la mano, nosotros nos reconocemos y a eso lo llamamos amor. Y entonces ya no es necesario el disfraz: aunque no se hable, tampoco se miente; aunque no se diga la verdad, tampoco es necesario seguir disimulando. Amor es cuando nos es concedido participar un poco más. Pocos quieren el amor, porque el amor es la gran desilusión de todo lo demás. Y pocos soportan perder todas las otras ilusiones. Están los que se ofrecen como voluntarios del amor, pensando que el amor enriquecerá su vida personal. Es lo contrario: el amor es, finalmente, la pobreza. Amor es no tener. Incluso, amor es la desilusión de lo que se creía que era amor. "

El huevo y la gallina - Clarice Lispector







viernes, 19 de septiembre de 2014

blame Babel

"Por esos años, y perdóneme si no recuerdo con exactitud cuál, Televisión Nacional me "prestó" el canal de Valparaíso para conducir un programa que se tituló "Lo que usted quiere saber". Era una especie de mesa redonda o conversación informal, con panelistas estables y uno que otro invitado, en que recuerdo la presencia de Angélica Bulnes, Alfonso Márquez de la Plata, Cristián Zegers, Joaquín Villarino, Jaime Martínez Williams, entonces director de la revista Qué pasa , y Enrique Lafourcade. A pesar de que se me dijo que la idea iba a ser discutir sobre temas generales de actualidad, y con Martínez y Lafourcade hicimos constantes esfuerzos por incluir otros temas como la literatura, el cine o fútbol, la verdad es que la política, o lo que entonces se entendía por política, terminó por dominar en forma prácticamente excluyente. Y con ese grupo estable de participantes, y corriendo los tiempos que corrían, no es difícil colegir que la forma como se trató cualquier acontecimiento de la contingencia fue bastante unilateral, por decirlo suavemente.
Como al ser el moderador yo no estaba obligado a opinar, durante las semanas que duró el programa me limité a enunciar los temas y ceder la palabra, acotando ocasionalmente que no se trataba de un pensamiento editorial del programa cuando a Márquez de la Plata, por ejemplo, se le pasaba un poco la mano en su elocuencia. Pero así y todo recibí una extensa carta en inglés, muy bien redactada, en que me trataban de "dear Pat" , con evidente sorna, y me amenazaban con que lo iba a pasar muy mal "when our time comes" Por forma y fondo era evidente que se trataba de la comunicación de algún grupo de lucha violenta  que, evidentemente también, me atribuía una especial simpatía y afinidad con el mundo anglosajón por el solo hecho de hablar inglés. Típica mentalidad provinciana. Solo un simplote -como me parecen ser los audaces muchachos del atento anónimo- puede creer que dominar un idioma, en vez de ser una virtud cada vez más necesaria en el mundo actual, supone un esnobismo extranjerizante."


Confidencias de un locutor - Patricio Bañados



miércoles, 17 de septiembre de 2014

gentlemen prefer blondes

"As soon as she had gone, Lady Windermere returned to the picture-gallery, where a celebrated political economist was solemnly explaining the scientific theory of music to an indignant virtuoso from Hungary, and began to talk to the Duchess of Paisley. She looked wonderfully beautiful with her grand ivory throat, her large blue forget-me-not eyes, and her heavy coils of golden hair. Or pur they were - not that pale straw colour that nowadays usurps the gracious name of gold, but such gold as is woven into sunbeams or hidden in strange amber; and gave to her face something of the frame of a saint, with not a little of the fascination of a sinner. She was a curious psychological study. Early in life she had discovered the important truth that nothing looks so like innocence as an indiscretion; and by a series of reckless escapades, half of them quite harmless, she had acquired all the privileges of a personality. "

Lord Arthur Savile´s Crime - Oscar Wilde




lunes, 15 de septiembre de 2014

un asunto discutible

"...hay en todo hombre un sentimiento de que ha sido lo que es desde toda la eternidad, es decir, que no devino en ello en el transcurso del tiempo. Independientemente de la innegable necesidad de todos los actos y a pesar de que cada persona cuando se observa a si misma ha de admitir que no es buena o mala por casualidad o por libre elección, el que comete actos malos no se siente obligado a hacerlos, sino que los realiza con su voluntad y no en contra de ella. Ni el propio Judas ni ninguna otra criatura podría haber cambiado el hecho de que él traicionó a Cristo, y aun así, no lo traicionó por coacción sino de buen grado y con plena libertad...aquel que dice como si quisiera exculparse por un acto injusto: así me hicieron, a pesar de todo es consciente de que es como es por su propia culpa, aunque también le está justificado decir que no le fue posible actuar de otra manera. Con cuánta frecuencia sucede que ya en su infancia, cuando desde un punto de vista empírico a duras penas podríamos atribuirle libertad y discernimiento, un hombre da muestras de una disposición de este tipo al Mal, haciendo así posible que podamos predecir con seguridad que no cederá a ninguna disciplina ni enseñanza, es decir, que cuando él madure, esta disposición dará efectivamente los malos frutos que percibimos en sus semillas, y aun así, nadie duda de la responsabilidad que tiene, todos están convencidos de que es culpable como si todos sus actos individuales dependieran de él. Este juicio universal sobre una disposición al Mal que no es consciente y que es hasta irresistible, un juicio que convierta a aquella en un acto de libertad, apunta en dirección a un acto y, en consecuencia, a una vida anterior a ésta. "

Investigaciones filosóficas sobre la esencia de la libertad humana y los objetos con ella relacionados - Friedrich Schelling


viernes, 12 de septiembre de 2014

ese ímpetud de hablar

"Del mismo modo que no basta escribir un libro para ser escritor, no basta escribir cartas para ser un epistológrafo.  Muy a menudo recibo misivas en las cuales el destinatario ha olvidado o nunca supo que se dirigía a mí o a otra persona.  Eso no son cartas.  O bien escribo una carta a alguien y esa persona me envía una respuesta que no es una respuesta, no porque le haya hecho una pregunta, sino porque nada en sus opiniones indica que haya leído la mía.  Eso no es una carta.  Tener capacidad de interlocución no es algo que ocurra todos los días, es cierto; eso no quita que se puede aprender y que mucha gente ganaría haciéndolo."

Una forma de vida - Amélie Nothomb


miércoles, 10 de septiembre de 2014

y después ¿qué?

"El hombre es -Hegel dixit- "un animal enfermo de muerte", un animal extorsionado por un insaciable parásito (razón, logos, lenguaje). Según esta perpectiva, la "pulsión de muerte" esta dimensión de radical negatividad, no puede ser reducida a una expresión de las condiciones sociales enajenadas, sino que define la condition humaine en cuanto tal. No hay solución ni escape, lo que hay que hacer no es "superarla", "abolirla", sino llegar a un acuerdo con ello, aprender a reconocerla en su dimensión aterradora y después, con base a este reconocimiento fundamental, tratar de articular un modus vivendi con ello.
Toda "cultura" es en cierto modo una formación-reacción, este núcleo traumático, este antagonismo radical por medio del cual el hombre corta su cordón umbilical con la naturaleza, con la homeostasis animal. No es sólo que la meta ya no consista en abolir este antagonismo pulsional sino que la aspiración de abolirlo es precisamente la fuente de la tentación totalitaria. Los mayores asesinatos de masas y holocaustos siempre han sido perpetrados en nombre del hombre como ser armónico, de un Hombre Nuevo sin tensión antagónica.
La misma lógica es aplicable a la ecología. El hombre en cuanto tal es "la herida de la naturaleza", no hay retorno al equilibrio natural. Para estar en conformidad con su entorno, lo único que el hombre puede hacer es aceptar plenamente esta fisura, esta hendidura, este estructural desarraigo, y tratar en la medida de lo posible remendar después las cosas. Todas las demás soluciones -la ilusión de un posible regreso a la naturaleza, la idea de una socialización total de la naturaleza- son una senda directa al totalitarismo. La misma lógica se aplica al feminismo: " no hay relación sexual", es decir, la relación entre los sexos es por definición "imposible" , antagónica, no hay solución final y la única base para una relación en cierta manera soportable entre los sexos es el reconocimiento de esta antagonismo básico, esta imposibilidad básica.
La misma lógica es aplicable a la democracia: es-para recurrir a la desgastada frase de Churchill -el peor de todos los sistemas posibles, el único problema es que no hay ningún otro que sea mejor. Es decir, la democracia siempre acarrea la posibilidad de la corrupción, del gobierno de la obtusa mediocridad. El único problema es que cada intento de eludir este riesgo inherente y de restaurar la democracia "real" acarrea necesariamente su opuesto, termina en la abolición de la democracia misma. Aquí se podría defender una tesis de que el primer posmarxista no fue otro sino el propio Hegel.  Según Hegel, el antagonismo de la sociedad civil no se puede suprimir sin caer en el terrorismo totalitario. Sólo después puede el Estado poner límite a sus desastrosos efectos."

El sublime objeto de la ideología - Slavoj ¨Zizek


lunes, 8 de septiembre de 2014

something which moved to pity


"When and how he entered the department, and who appointed him, no one could remember. However much the directors and chiefs of all kinds were changed, he was always to be seen in the same place, the same attitude, the same occupation; so that it was afterwards affirmed that he had been born in undress uniform with a bald head. No respect was shown him in the department. The porter not only did not rise from his seat when he passed, but never even glanced at him, any more than if a fly had flown through the reception-room. His superiors treated him in coolly despotic fashion. Some sub-chief would thrust a paper under his nose without so much as saying, "Copy," or "Here's a nice interesting affair," or anything else agreeable, as is customary amongst well-bred officials. And he took it, looking only at the paper and not observing who handed it to him, or whether he had the right to do so; simply took it, and set about copying it.
The young officials laughed at and made fun of him, so far as their official wit permitted; told in his presence various stories concocted about him, and about his landlady, an old woman of seventy; declared that she beat him; asked when the wedding was to be; and strewed bits of paper over his head, calling them snow. But Akakiy Akakievitch answered not a word, any more than if there had been no one there besides himself. It even had no effect upon his work: amid all these annoyances he never made a single mistake in a letter. But if the joking became wholly unbearable, as when they jogged his hand and prevented his attending to his work, he would exclaim, "Leave me alone! Why do you insult me?" And there was something strange in the words and the voice in which they were uttered. There was in it something which moved to pity; so much that one young man, a new-comer, who, taking pattern by the others, had permitted himself to make sport of Akakiy, suddenly stopped short, as though all about him had undergone a transformation, and presented itself in a different aspect. Some unseen force repelled him from the comrades whose acquaintance he had made, on the supposition that they were well-bred and polite men. Long afterwards, in his gayest moments, there recurred to his mind the little official with the bald forehead, with his heart-rending words, "Leave me alone! Why do you insult me?" In these moving words, other words resounded --"I am thy brother." And the young man covered his face with his hand; and many a time afterwards, in the course of his life, shuddered at seeing how much inhumanity there is in man, how much savage coarseness is concealed beneath delicate, refined worldliness, and even, O God! in that man whom the world acknowledges as honourable and noble."

The overcoat - Nikolay Gogol


viernes, 5 de septiembre de 2014

poseer un libro

"¿Cómo contar lo que siguió? Yo estaba atontada y fue así como recibí el libro en la mano.  Creo que no dije nada. Cogí el libro. No, no partí saltando como siempre. Me fui caminando despacio. Sé que sostenía el grueso libro con las dos manos, apretándolo contra el pecho. Poco importa también cuánto tardé en llegar a casa. Tenía el pecho caliente, el corazón pensativo.
Al llegar a la casa no empecé a leer. Simulaba que no lo tenía, únicamente para sentir después el sobresalto de tenerlo. Horas más tarde lo abrí, leí unas cuantas líneas maravillosas, volví a cerrarlo, me fui a pasear por la casa, lo postergué más aún yendo a comer pan con mantequilla, fingí no saber dónde había guardado el libro, lo encontraba, lo abría por unos instantes. Creaba los obstáculos más falsos para esa cosa clandestina que era la felicidad. Era como si ya lo presintiera. ¡Cuánto me demoré! Vivía en el aire... Había en mí orgullo y pudor. Yo era una reina delicada.
A veces me sentaba en la hamaca para balancearme con el libro abierto en el regazo, sin tocarlo, en extásis purísimo.
Ya no era una niña con un libro: era una mujer con su amante."

Felicidad clandestina - Clarice Lispector



miércoles, 3 de septiembre de 2014

rituales de sumisión

"La viuda poseía una viña en las colinas toscanas, y, según recuerdo, el Chianti que elaboraba es el mejor que he probado en Italia.  Su hija me daba clases de italiano todos los días. Aunque en ese entonces me pareció una mujer madura, no creo que superara los veintiséis años de edad. Había vivido momentos difíciles: su prometido, un oficial, había muerto en Abisinia, por lo que se había visto consagrada a la virginidad. Se daba por sentado que cuando falleciera su madre (una dama jovial de pecho abundante, con el cabello cano y sin la menor intención de morirse, ni un día antes de lo que el Señor estimara conveniente), Ersilia ingresaría en un convento. Sin embargo, la joven aguardaba ese momento con alegría. Le encantaba reír. Nos lo pasábamos muy bien a la hora de comer y cenar, pero se tomaba las clases en serio, y cuando yo cometía un fallo estúpido o no prestaba atención, me golpeaba los nudillos con una regla negra. Me habría indignado que me tratase como un crío de no haber sido porque me recordaba a los pedagogos chapados a la antigua sobre los que había leído en libros y que tanta gracia me hacían."

El velo pintado - William Somerset Maugham


lunes, 1 de septiembre de 2014

born to be free

"Falcons, she informed us, do not breed in captivity. Various attempts have been made to induce them to, but with no success. Thus, the entire sport has to start again from scratch for each falconer, whenever he trains a new playmate. Little by little the perfectly wild creature surrenders, individually, in the awful difficulty of hunger. But surrender is all, domestication is all; they never feel at home. You can carry male and female side by side in the same cage year in and year out; nothing happens. They will cease to fight but they stay solitary. Scorn of each other for giving in, or self-scorn, seems to break their hearts. They never build a nest of lay an egg. Not one chick or eyas is ever reared in bondage. There is no real acceptance or inheritance of the state of surrender."

The pilgrim Hawk - Glenway Wescott