miércoles, 19 de noviembre de 2014

justicia vaga

"Cuando Honda reflexionaba sobre su propio carácter no tenía otro remedio que reconocer que era un hombre poseído por una gran fuerza de voluntad. Sin embargo, no podía evitar al mismo tiempo el pensamiento receloso de que tal voluntad nada podría cambiar en el curso futuro del mundo. ¿Futuro? Nada de la vida contemporánea. A menudo había emitido fallos que resolvían sobre la vida y la muerte de sus semejantes. Un veredicto con una sentencia de muerte podría aparecer como algo trascendental, de gran significado en el momento de ser dictado; pero con el paso de los años, puesto que todos los hombres deben morir, la decisión se transformaba en poca cosa:  apenas una imperceptible aceleración que había apresurado un poco el destino final de un hombre. Su muerte se inscribía en un libro especial, y, a partir de ahí, el olvido se encargaba de arrinconar y convertir en humo aquel episodio. En cuanto a las desagradables condiciones en que se desenvolvía el mundo actual, aunque su voluntad nada tenía que ver con ellas ni con las causas que las produjeran, debía encontrarse siempre a entera disposición de ellas; pero también debía resolver según inalterables principios de justicia. Lo único que podía afirmar es que ignoraba cuántas veces el juicio provenía de su pura razón y cuántas estaba condicionado por el modo de pensar del momento en que había emitido el juicio."

Caballos desbocados - Yukio Mishima



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