viernes, 2 de octubre de 2015

el arte de la estafa

"El arte de la estafa fue cambiando con el correr de las épocas. La simulación astuta de enfermedades falsas, cosa que estaba a la orden del día en la Edad Media, desapareció con el tiempo, cuando se debilitó la influencia de la Iglesia y escasearon las limosnas. Hoy ya no podemos ni imaginar la cantidad de trucos que ponía en práctica la gente, especulando con la compasión de sus semejantes. Estas dolencias aparentes tenían por supuesto la ventaja adicional de hacer que los asaltantes y asesinos más peligrosos parecieran inofensivos.
Había gente que se agolpaba a la hora de la misa en la iglesia, y cuando el sacerdote daba su bendición, se metían un pedazo de jabón en la boca, con lo cual generaban espuma. A fin de que se les creyera por completo, que eran víctimas de un espasmo, caían sobre la tierra a la vista de todo el mundo. De este modo podían estar seguros de obtener donaciones de los piadosos.
La escalinata frente a la iglesia estaba repleta de gente semejante. Se podían encontrar allí hombres mostrando brazos con huellas de cadena que en realidad estaban pintadas. Le hacia creer a la gente que habían caído en manos de paganos y habían estado languideciendo por años como esclavos en las galeras.
Otros se cortaban el pelo al modo de los clérigos y le contaban a la gente que eran sacerdotes en peregrinación a los que unos bandidos les habían quitado sus pertenencias. Otros hacían ruido con sonajeros, como los que por aquel entonces llevaban los leprosos, para que la gente no se acercara y les depositaran limosnas a cierta distancia."

Juicios a las brujas y otras catástrofes - Walter Benjamin


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