viernes, 31 de julio de 2015

una condición intrínseca

"Hasta un niño sabría también por una ley intrínseca, tanto las comunidades como los individuos somos imitadores y que si se habla mucho de un linchamiento esto producirá otros linchamientos, aquí, allí y más allá; que con el tiempo eso se convertirá en manía, en una moda que se irá extendiendo más y mas, año tras año, estado por estado, como una enfermedad contagiosa.
Probablemente el incremento sea resultado del innato instinto humano de la imitación, sumado a la debilidad más frecuente en el hombre:  su aversión a ser desagradablemente notado, señalado y evitado por impopular dentro del grupo. El otro nombre de tal debilidad es cobardía moral y caracteriza a 9.999 de hombres de cada diez mil. No quiero decir que yo haya descubierto esto;  muy íntimamente,  hasta el más tonto de nosotros lo sabe. La historia no nos dejará olvidar ni ignorar este rasgo supremo de nuestro carácter. El que persistente y sardónicamente nos recuerda que, desde el comienzo del mundo, todas las revueltas contra la infamia y la opresión públicas han sido iniciadas por ese único hombre valiente entre los diez mil, mientras que el resto se ha limitado a esperar tímidamente, para luego adherir lenta y dubitativamente, bajo la influencia de ese hombre y de sus compañeros de los otros grupos de diez mil. "

Antiimperialismo patriotas y traidores - Mark Twain


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