lunes, 27 de abril de 2015

oda a la esponja

"La esponja de baño hace ya rato que la tengo, ejemplar de una animalidad elementalísima fija en los orígenes húmedos de Thales.  De ahí hasta el ser humano, ya ha transcurrido tiempo. ¿En qué profundidades te has formado y te has creído grande, rara estructura vital a la que han sacado la blanda almita? ¿Tal vez en el mar Egeo? ¿Tuvistes quizás un lugarcito en el irisado trono de conchas de Kypris? Con los ojos cegados por el agua que he exprimido de tus poros veo pasar el imperio de las olas el Triunfo de Neptuno, la muchedumbre chorreante de caballos marinos y dragones de agua, de gracias del mar, nereidas y tritones que tocan trompetas alrededor del coche salpicado de colores de Galatea... Es una buena costumbre ésta de exprimir la esponja sobre la nuca, pues curte todo el cuerpo, al soportar el frío chorro con un terror agradable, con el aliento contenido; y si te lo permitiera el brazo neurálgico irías, sin temor, a bañarte en el río, como antes, cuando asustabas fantásticamente, loco atrevido con un rumor nocturno de agua y los cabellos chorreantes, al burgués retrasado.  Todo lo conceden los dioses inmortales a sus preferidos... Vieja es ya la noche de luna, en que tú, saliendo de la corriente, muy emocionado y en la exaltación de tu piel, hablaste en el aire argentino con un entusiasmo encantado para ti mismo. Así, te ha facilitado ahora la visión de Galatea al verter el agua sobre la nuca.  La concepción, la ocurrencia, la idea, como regalo de un estímulo físico, de una exitación sana, de una circulación feliz de la sangre, de un contacto con el elemento y la Naturaleza. "

Carlota en Weimar - Thomas Mann

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.