lunes, 24 de agosto de 2015

quillay rey de las flores


"Habíamos salido a recorrer el jardín. Mi madre se veía contenta. En su rostro se mezclaba la usual expresión nostálgica con una vitalidad que dibujaba en sus rasgos líneas de alegría y hasta de cierto optimismo. Las camelias, azaleas y rododendros habían alcanzado su esplendor. Desde que tenía recuerdo, me había admirado su tesón para reunir y cultivar esos arbustos indóciles al clima y los suelos de Santiago. Cada año en esa época volvía a asombrarme ante la rara belleza de esa congregación de plantas acidófilas, reunidas bajo la sombra de un bosquete de tres quillayes, colonos de esas tierras desde antes que la ciudad los alcanzara."

Jardín - Pablo Simonetti



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