"Cuando, en mi juventud, empecé a tomarme las novelas en serio, aprendí también a tomarme la vida en serio. Las novelas literarias nos convencen de que debemos tomarnos la vida en serio demostrando que tenemos poder para influir en los acontecimientos y que nuestras decisiones personales moldean nuestras vidas. En sociedades cerradas o semicerradas, donde la elección individual está restringida, el arte de la novela sigue subdesarrollado. Pero cuando el arte de la novela se desarrolla en estas sociedades, invita a la gente a examinar sus vidas, y lo logra mediante la presentación meticulosa de narraciones literarias elaboradas sobre decisiones, sensaciones y rasgos personales del individuo. Cuando dejamos a un lado las narraciones tradicionales y empezamos a leer novelas, sentimos que nuestro propio mundo y nuestras elecciones pueden ser tan importantes como acontecimientos históricos, guerras internacionales y decisiones de reyes, bajás, ejércitos, gobiernos y dioses, y que nuestras sensaciones y pensamientos tienen el potencial de ser mucho más interesantes que todos ellos, lo cual resulta aún más sorprendente. En mi juventud, mientras devoraba novelas, sentía una asombrosa sensación de libertad y confianza en mí mismo."
El novelista ingenuo y el sentimental - Orhan Pamuk
El novelista ingenuo y el sentimental - Orhan Pamuk
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