"Hoy como nunca te extraño y te deseo Diego, tu gran corpachón llenaba todo el estudio. No quise descolgar tu blusón del clavo en la entrada: conserva aún la forma de tus brazos, la de uno de tus costados. No he podido doblarlo ni quitarle el polvo por miedo a que no recupere su forma inicial y me quede yo con un hilacho entre las manos. Entonces, sí, me sentaría a llorar. La tela rugosa me acompaña, le hablo. Cuántas mañanas he regresado al estudio y gritado: "¡Diego, Diego!" cómo solía llamarte, simplemente porque desde la escalera atisbo ese saco colgado cerca de la puerta y pienso que estás sentado cerca de la estufa o miras curioso por la ventana."
Querido Diego, te abraza Quiela - Elena Poniatowska
Querido Diego, te abraza Quiela - Elena Poniatowska
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.