viernes, 18 de marzo de 2016

cuando la sangre es alegría

"Yo era pequeña y delgada y bastante egocéntrica, perdida en divagaciones y sueños. Buenas notas y un gran aburrimiento. A veces mis pechos eran los guantes de mamá que rellenaban un sujetador comprado con mis ahorros. Clases de gimnasia, de las que la mayor parte de las niñas se excusaban una vez al mes alegando "el motivo de siempre" con voz indiferente cuando oían que las llamaban por sus nombres. Y como nunca me pasaba a mí, fingía que me había pasado, pero nunca podía llevar bien la cuenta de las fechas.  Durante todo un año fui la impostora, sin darme cuenta que todas las demás lo sabían, sólo que la profesora les había pedido que tuviesen tacto e hicieran como si no lo supieran.
"El motivo de siempre":  la mágica expresión que distingue a las iniciadas separándolas de las demás. Y, finalmente, llega el momento ¡Qué felicidad!  ¡Qué agonía!  La mujer feliz, cuando las primeras manchas de sangre la apartan de la tierra de la inocencia para trasladarla a un mundo cada vez más lleno de misterios."

Senderos - Liv Ullman


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