viernes, 11 de diciembre de 2015

muertes espectaculares

"Era un mediodía singularmente cálido aquel fatal mediodía, y Fray Junípero
no tuvo más remedio que detener sus pasos monte arriba, para enjugarse  la frente  y
contemplar la pantalla de nevados picachos en la lejanía, de donde su mirada vino a
recaer  en  el  hondo  desfiladero  que  se  abría  a  sus  pies,  sombreado  por el oscuro
plumaje  de  sus  verdes  árboles  y  sus  pájaros  verdes,  y  cruzado  por  su  escala  de
mimbres.  El  corazón  de  Fray  Junípero  desbordaba  de serena  alegría.  Su  campaña
evangelizadora marchaba viento en popa. Ya había conseguido restablecer el culto en
algunas  capillitas  abandonadas,  y  los  indios  acudían a  la  misa  del  alba  y  suspiraban
dulcemente  en  la  espera  y  el  ansia  del  milagro  como si  sus  corazones  fueran  a
romperse. Bien fuese obra del aire puro de las nieves eternas, bien del recuerdo fugaz de  los 
laudes  del poverello, que  le  obligó a   levantar  los  ojos  hacia  las  montañas
hermanas, el caso es que Fray Junípero se sentía en paz consigo mismo. Y su mirada,
recorriendo  el  contorno,  se  posaba  en  aquel  instante  sobre  el  puente,  cuando,  de
pronto,  un  chasquido  vibrante llenó el aire,  como  cuando   la  cuerda de  un  instrumento 
musical   salta  en  una  habitación vacía,   y vio partirse el puente y lanzar cinco hormigas
gesticulantes al abismo que estaba bajo él.
Cualquier otro habríase dicho, con un secreto regocijo: «¡Diez minutos más, y yo
también...!» Pero el pensamiento que acosó a Fray Junípero fue otro: «¿Por qué habrá
ocurrido esto a estas cinco personas?»   Pues, si es cierto que el universo obedece a un
plan determinado y la vida humana se halla sujeta a una norma, no cabe duda de que
ambos  podrían  discernirse,  misteriosamente  latentes, en  estas  vidas  tan  de  súbito
cortadas.  O  bien  vivimos  y  morimos  por  un  azar, o  bien  morimos  y  vivimos  de acuerdo 
a un plan. Y en aquel mismo instante decidió Fray Junípero investigar la vida
oculta   de   aquellas   cinco   personas   que   en esos momentos caían por el aire, y de
sorprender la razón por la cual se las había sacado de la existencia."

El puente de San Luis Rey - Thornton Wilder




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